MIS MUJERES ESTÁN CANSADAS

Mis mujeres están cansadas.
Están enojadas.
Han vivido resentidas por mucho tiempo.
Cansadas de ser ellas quienes sostienen el mundo de sus familias.
Administradoras del hogar sin ser reconocidas.
Están cansadas de ser fuertes emocionalmente.
Están cansadas de llevar sobre sus hombros la responsabilidad de la crianza de sus hijos.
Has estado enojadas por generaciones.
Enojadas con sus hombres y viviendo resentidas.
Silenciando su dolor y mostrando una sonrisa.
Hermosas, bien vestidas y maquilladas siendo las guardianas de sus castillos.
Han vivido carencia y abundancia.
Has tenido que ser fuertes, porque ser fuertes es la única opción que han tenido cuando en realidad se sentían más destruidas que nunca.
Han sacado fuerza sabe Dios de dónde, pero han estado enteras y de pie.
Mis mujeres reclaman reconocimiento.
Reclaman que sus hombres trabajen en equipo con ellas.
Reclaman que sus hombres las vean, las respeten y se comprometan con ellas como ellas lo han hecho.
Mujeres de un solo hombre, cuando ellas no han sido las únicas en la vida de estos hombres.
Mis mujeres han tenido que dejar a un lado sus propios sueños para ayudar a cumplir los de alguien más.
Se han puesto en 2do lugar, porque el 1ro. siempre lo ha ocupado su familia.
Mis mujeres quieren gritar, porque sienten que se ahogan.
Mis mujeres están cansadas y están empezando a despertar.
Mis mujeres están reclamando su vida.
Mis mujeres reclaman libertad.
Mis mujeres reclaman cumplir sus sueños.
Reclaman su felicidad.
Reclaman ser ellas para ellas mismas.
Mis mujeres necesitan perdonar.
Perdonar a sus hombres.
Pero sobre todo perdonarse a ellas mismas y amarse a ellas mismas de verdad.

Meditación sábado 9 de julio 2022

Un abrazo con el alma,
Mujer de Luna

CARTA A UN AMOR QUE CERRÒ SUS OJOS PARA SIEMPRE

Han pasado ya 2 años desde que tu vida terminó y aún tengo grabado en la mente los detalles de lo que sucedió esa noche.

No hay forma de olvidar esa llamada de tu amigo diciéndome “Ángela, siento mucho lo que tengo que decirte, pero Leo tuvo un accidente”. En ese momento sentí que la sangre se me helaba, mi corazón latía tan fuerte que sentí que se me salía del pecho. No tuve tiempo de gritar, ni de llorar. Por un momento mi mente se paralizó y después reaccioné. Al llegar al hospital sentí un dolor en el pecho y supe que tú ya no estabas aquí.

“Ángela, tu esposo falleció” esas palabras retumbaron en mi cabeza.  “No, esto no está sucediendo” “Esto no es verdad” “¿Cómo les digo a mis hijos que su padre falleció?” tantas preguntas que pasaron por mi mente en una fracción de segundo y ninguna respuesta.

Esa pesadilla duró algunos meses, hasta que por fin desperté. Supe que era real. Tú habías muerto y no ibas a regresar.

Dejé de estar esperando a que en cualquier momento regresaras a casa o me llamaras por teléfono. Tuve que despertar a ésta realidad, tan triste que yo no pedí. Una realidad que duele en lo más profundo de mi corazón. Me duelen los huesos, me duele el cuerpo, el alma, no sé qué me duele, pero me duele todo. Todo mi mundo se vino abajo. Me duele tanto tu ausencia.

Enfrentar la vida sin ti, ha sido demasiado difícil. Cada día supone un nuevo reto. Levantarme de la cama para ir a trabajar, cuidar de los niños, todo. Hay días en los que me caigo y me siento más fracturada que nunca. También es cierto que, poco a poco estoy viendo que los días son buenos, sobre todo aquellos en donde logro entender y abrazar este dolor y de algún extraño lugar dentro de mí, sale fuerza para seguir adelante.

Nuestros hijos son mi motor para no dejarme caer. Recordar tus palabras de aliento cuando enfrentaba una situación difícil, me ayudan a seguir. Sé que tu habrías querido que siguiera viviendo y que lograra ser feliz a pesar de esta situación.

Leo, he estado muy enojada. Tengo coraje con la vida y con Dios. ¿Por qué tuviste que morir así, tan joven, tan de repente y sin razón alguna? Tantos planes que teníamos por vivir. No es justo que Dios te haya arrebatado la vida a los 43 años. Nuestros hijos aún son pequeños y tú ya no estarás para verlos crecer y para enseñarles a vivir. Tanto futuro que teníamos juntos.

Siento una responsabilidad enorme sobre mis hombros para sacar adelante y criar a nuestros hijos. Nunca imaginé que la vida me pondría esta prueba tan grande. También estoy enojada contigo ¿por qué me dejaste sóla con esta responsabilidad? ¿y si no logro ser una buena madre para ellos? Te juro que no entiendo por qué las cosas tuvieron que suceder así.

Quiero que sepas que comencé a ir a terapia. Me di cuenta que esto era demasiado doloroso para enfrentarlo yo sóla. El camino de mi duelo no ha sido fácil, pero poco a poco he logrado abrir mi mente y mi corazón.

Ahora comprendo que tu vida se terminó, pero no lo que siento por ti. Que este amor, es la llave maestra que me permitirá recordar tu vida y honrarla por el tiempo que me quede de vida. Que tu vida sigue estando presente a través de nuestros hijos y que es el regalo más grande que me pudiste dar.

Ahora entiendo que Dios no te arrebató la vida, sino que tú cumpliste con tu misión y que llegó tu momento de partir. Que no me abandonaste. Que estas cosas les pasan a todos, no importan si son jóvenes o viejos, si son buenas o malas personas, simplemente todos somos seres vivos y en algún momento moriremos.

A pesar del dolor, cada día me doy la oportunidad de respirar y de sentirme viva y de seguir adelante. Me he acercado mucho más a Dios, pero ya no le reclamo porque te arrebató de mi vida, ahora, le doy gracias por el tiempo que estuvimos juntos y por todo el amor que me regalaste cuando estuviste vivo. Todos los días les recuerdo a nuestros hijos que tuvieron un padre que los amó siempre y que desde donde estés, sigues amándonos y cuidando de nosotros.

Siento que mi fe y mi espiritualidad han crecido. Me siento más tranquila y fuerte ahora que abrazo la idea de recordar tu vida y no tu muerte.  Todo éste dolor me ha llevado a hacerme muchas preguntas ¿tenemos una misión que cumplir en esta vida? ¿qué sentido tiene el que lleguemos a sufrir tanto? ¿hay vida después de lo que llamamos muerte? Y siento que sí, tu cumpliste con tu misión. Fuiste un buen hijo y hermano. También el mejor esposo que la vida me pudo dar. Fuiste un excelente padre y siempre demostraste tu cariño a todos los que te rodeaban.  Me siento feliz y agradecida por tu amor. Aunque tu partida me ha dolido mucho, tiene más peso el tiempo que compartimos juntos y el amor que siento por ti.

Te extraño Leo, te extraño demasiado. Me haces mucha falta, pero quiero que te sientas tranquilo por mí y por los niños, estamos recuperando la alegría de vivir y de seguir sonriendo.

Comprendí que mientras siga aquí, viviré plenamente, disfrutando cada momento. Tengo deseos de seguir cumpliendo nuestros sueños. Ahora, yo quiero cumplirlos en nombre de los dos. Hasta que sea mi momento de partir y encontrarme nuevamente contigo en la luz.

Te entrego a Dios y siempre te llevo en mi corazón. Tu muerte me hace abrazar más la vida.

Con todo mi amor,
Ángela

Un abrazo con el alma,
Mujer de Luna

UN ABRAZO DE LUZ

Fue tan confuso despertar un día y recibir información por todas partes de que un virus se estaba propagando por todo el mundo. China en alerta máxima por ser el lugar de origen de este virus. Un virus, con las mismas características y síntomas de la gripe, pero con efectos mortales. Rápidamente fue declarado pandemia y el mundo entró en cuarentena.

Una noche te fuiste a dormir y al día siguiente despiertas y ya nada es igual. Pánico, incertidumbre, ansiedad, desconcierto, inestabilidad emocional, pérdida de empleo, crisis económica, sentimientos de soledad, aislamiento y muerte.

Estas líneas las quiero dedicar a todas aquellas personas que han perdido la vida en estos días desde que estamos en cuarentena. Muchas por causas ajenas a COVID-19 y muchas otras víctimas de éste. Y sobre todo a sus seres queridos. En especial a nuestros amigos y a mi familia, a aquellos que lograron recuperarse y a quienes cumplieron con su misión en esta Tierra.

Me invade una tristeza profunda saber que una persona exhale su último aliento estando completamente aislado, sin sus seres queridos a su alrededor, en cuartos fríos de hospital y conectados a respiradores y monitores. Que no se lleven a cabo funerales y los que, si se realizan, considero no cumplen su propósito. Sólo permiten un número determinado de personas y con 2mt. De distancia entre sí.

La pérdida de un ser querido es de las pérdidas más fuertes y difíciles a las cuales se enfrenta un ser humano. En donde las palabras, no son suficientes para aliviar el dolor tan fuerte que se siente, porque es el alma, la que nos duele. En la que las muestras de afecto, los abrazos, la cercanía y compañía de aquellos que queremos, son un bálsamo para el dolor.

Si hoy estás leyendo éstas líneas, y alguien cercano a ti, ya no está. Recuerda que el amor es la herramienta más poderosa que tenemos. Honremos la vida de nuestro ser querido, llenándonos de todo lo bello que compartimos juntos, de sus enseñanzas, de sus sonrisas, de todos los buenos momentos, de su cariño y de su existencia. En algún momento, nos volveremos a encontrar, recuerda que la muerte es una transición. No es un adiós, sino, un hasta pronto.

Mucha luz para ellos y para ti, en tu corazón.

Un abrazo con el alma,
Mujer de Luna

ABUELA MARÍA

La niña preguntó: ¿Y qué se supone que es la vida?

La abuela contestó: Es un cambio constante, día a día, minuto a minuto. Un cambio que afrontamos con las decisiones que tomamos en cada instante. Cada momento una nueva oportunidad, un nuevo comienzo y sólo depende de ti. Nada en ella es estático. Es como el agua que fluye en el río, llena de movimiento y no como agua estancada en un charco.

Pueden ser un par de horas o más de 80 años, pero en realidad es un abrir y cerrar de ojos, lo que realmente importa es el momento presente.

Habrá situaciones difíciles, pero son grandes oportunidades para crecer y ser más fuerte, depende de ti el significado que le des y cómo decides afrontarlo. Aquellos momentos de amor, alegría y felicidad harán vibrar tu corazón tan fuerte que, las dificultades no pesarán tanto.

La vida, mi niña, es amar en todas sus formas, colores y dimensiones. Aprender a dejar el apego por las cosas materiales, pero sobre todo por aquellos a quienes amas. Tus seres queridos compartirán contigo algún tiempo de este viaje llamado <vida> pero en algún punto tendrán que hacer una parada en la siguiente estación y tú deberás continuar el viaje.

Solo existe algo que vive en tu corazón, el Amor, ese si es para siempre y te mantendrá conectada con aquellos que amas hasta la eternidad. La vida en sí, está llena de magia y color.

Por ahora mi niña, es lo que te puedo decir.

Un abrazo con el alma,
Mujer de Luna

MUJER DE LUNA

¡Bienvenid@ a mi blog!
Este es un espacio en donde estaré compartiendo contigo contenido de diversos temas; encontrarás artículos sobre Tanatología, Sanación, Metafísica, Meditación, Piedras y Cuarzos, Astrología, Medicinas Ancestrales, Terapia con Ángeles, Trabajo con Emociones, Numerología, Registros Akáshicos, Experiencias Cercanas a la Muerte y muchos temas más. Pero, sobre todo, estaré compartiendo contigo, mis experiencias, emociones y pensamientos.

Espero que tu alma resuene con la información que aquí encuentres y te ayude a crecer y ser la mejor versión de ti mismo.

Un abrazo con el alma,
Mujer de Luna